A pesar de las supuestas tensiones matrimoniales que azotan a la princesa Charlène de Mónaco y el príncipe Alberto II de Mónaco, la familia real ha llevado a cabo la tradicional foto familiar de Navidad.
Este año, la imagen presenta una sonrisa peculiar en la princesa Charlène, sugiriendo cierta incomodidad, mientras que Alberto II parece feliz de estar con sus hijos. La pareja, casada hace 12 años, desde bastante tiempo enfrenta rumores de dificultades en su vínculo, aunque en varias ocasiones la nadadora se ha encargado de desmentirlos.
En la realeza, donde la imagen pública es crucial, sobre todo en medio de rumores como el del divorcio, que puede ser perjudicial para la reputación. A pesar de la supuesta falta de cariño entre Charlène y Alberto, se sostiene el matrimonio por conveniencia a través de un contrato. Este acuerdo estipula que ambos cónyuges pueden llevar vidas separadas, pero deben mantener las apariencias en eventos clave. Sorprendentemente, se informa que la princesa recibe una compensación de 12 millones de euros para participar en momentos importantes de la familia, como la foto navideña.
Aunque la imagen pública enseñan armonía, los informes sugieren que el lazo entre Charlène y Alberto es más complicada en privado. La tradición de la foto familiar navideña continúa, pero el precio aparente de 12 millones de euros destaca la peculiaridad de los matrimonios reales, donde la conveniencia y la imagen a menudo superan a la intimidad y el amor genuino.