La ansiedad antes de un examen es algo común entre los estudiantes. Sin embargo, hay varias estrategias efectivas para manejarla y asegurarte de estar en tu mejor forma para rendir al máximo. Aquí te ofrecemos una guía breve y práctica para controlar la ansiedad en época de exámenes.
1. Organización
Diseña un calendario: Crear un calendario de estudio realista te ayudará a dividir el trabajo en partes manejables. Asigna tiempo específico para cada materia o tarea y asegúrate de incluir descansos regulares. Esto te permitirá evitar la sobrecarga y mantener un ritmo constante de estudio. Identifica las áreas en las que necesitas más práctica y priorízalas en tu plan de estudio. Enfocarte en tus puntos débiles te dará más confianza y reducirá la ansiedad.
2. Conéctate con la calma
Incorpora sesiones diarias de meditación o yoga en tu rutina. Estas prácticas ayudan a calmar la mente y reducir el estrés. La respiración profunda es una técnica simple pero efectiva para reducir la ansiedad. Intenta el siguiente ejercicio: inhala lentamente por la nariz contando hasta cuatro, mantén la respiración durante cuatro segundos y luego exhala suavemente por la boca contando hasta seis. Repite esto varias veces hasta sentirte más relajado.
3. Dormir bien
Acostarse y despertarse a la misma hora todos los días ayuda a regular tu reloj biológico. Esto es crucial para asegurar que obtienes suficiente descanso antes de un examen. Una hora antes de dormir, comienza a apagar los dispositivos electrónicos y bajar la intensidad de la luz en tu entorno. Esto ayudará a tu cuerpo a producir melatonina, una hormona que regula el sueño, promoviendo un descanso reparador.
4. Mantente activo y en movimiento
El ejercicio regular libera endorfinas, que son químicos naturales del cerebro que mejoran el estado de ánimo y contrarrestan los efectos negativos del cortisol, la hormona del estrés. Trata de incluir al menos 30 minutos de actividad física en tu rutina diaria, ya sea caminar, correr, nadar o cualquier otra actividad que disfrutes. Durante tus sesiones de estudio, toma breves pausas para hacer estiramientos o una caminata rápida. Esto no solo reducirá la tensión física, sino que también refrescará tu mente y te ayudará a mantener la concentración.