La noticia corrió como reguero de pólvora y causó la indignación de un pueblo entero. Almudena de Arteaga, duquesa del infantado, denunciaba la usurpación ilegal de un terreno y causaba que se derribara el parque infantil de Manzanares el Real que funcionaba en el lugar desde hacía más de 50 años. "Parece la edad media", decían los vecinos, que además recordaban que el abuelo de la escritora había donado esas tierras con el objetivo de que las infancias del lugar pudieran encontrar un lugar en el que divertirse y crecer.
Ante la polémica causada, la escritora envío una carta a 'El País' y quiso explicar lo sucedido, respondiendo a las acusaciones que se habían vertido sobre ella. "Soy Almudena de Arteaga, escritora y duquesa del Infantado según conviene utilizar mi nombre en una noticia que no sea literaria", comienza diciendo, para después aclarar que efectivamente el terreno había sido donado por su abuelo, pero que dicha concesión se terminó en el 2015 y, desde entonces, ha intentado llegar a un acuerdo con el ayuntamiento. "Ser agradecido es de bien nacido, dice el refrán…" , desafía, mientras remarca que ha pagado todos los impuestos del terreno desde que lo heredó.
Tras esa presentación, un tanto polémica, Almudena intenta aclarar cómo fue el proceso y por qué se llegó a esta resolución. Dice que pidió una tasación a Tinsa, por pedido del Alcalde de Manzanares, pero que, como el precio no les pareció adecuado intentaron, conseguir otra por medio de alguien "completamente desconocido". "Quisieron expropiármelo y tampoco estuvieron de acuerdo con el precio del tribunal de tasaciones. Ahora han comprado un terreno peor situado en el pueblo y con la misma catalogación urbanística por mucho más de lo que les pedí por el mío. El motivo lo ignoro, pero no alcanzo a entender las razones de ello si de verdad mi terreno suscita tanto interés público", cierra, en tono desafiante.
Tras esa carta, Almudena de Arteaga también mantuvo una conversación con Vanitatis, en la que sostuvo su postura y aportó más datos. Siempre en sus palabras, la resolución judicial que le devolvía el terreno salió en junio, pero ella lo mantuvo abierto por el verano. Por último, volvió a repetir que el Ayuntamiento ya había adquirido un lugar para reubicar el parque, aunque a un precio mucho mayor que el que ella les pedía.