Durante el momento más especial de su matrimonio, Bárbara Rey y Ángel Cristo recibían a la prensa en su nueva roulotte. La pareja se había instalado en la que fuese la caravana del domador: un nuevo y peculiar hogar que la vedette quiso arreglar y decorar a su gusto para presentar ante el público.
Era la propia Chelo García Cortés la encargada de redactar y fotografiar el reportaje en el que Bárbara Rey y Ángel Cristo extendieron las puertas de su roulotte en marzo de 1980. “La caravana de Ángel y Bárbara está dividida en tres partes: el baño, la cocina-salón y finalmente el dormitorio, perfectamente diferenciables y en las cuales la actriz ha puesto su gusto a la hora de decorarlas”, relata la periodista en el registro.
“En el baño, que era de color blanco y de material de Italia muy bueno, le faltaban algunas piezas, entre ellas el bidé. No tuve más remedio que hacerlo todo nuevo”, explicaba Bárbara Rey sobre su labor en el hogar que compartía con Ángel Cristo. “Ahora, los muebles del baño son en tonos marrones, como las cortinas y pequeños detalles que considero son necesarios para que esta pieza de la casa sea lo suficientemente completa”, complementó la artista.
En cuestiones decorativas, Bárbara Rey empleó pocos cambios en la cocina, ya que “estaba perfectamente amueblada”. La esposa de Ángel Cristo solo se dedicó a proveer de los elementos cotidianos: mantelería, cubertería y demás. En el salón es donde más se percibe la intervención de la vedette: “Quité el tresillo que tenía Ángel y he puesto el que ves, en tonos muy claros. También compré la mesa y el secreter, este último lo considero un mueble muy utilizable, ya que tiene varios cajones”. Allí la pareja vivió algunos de sus mejores momentos, aunque su futuro no iba a ser sencillo.