El ser Rey no debe ser nada fácil. Tener que mantener una postura en determinadas ocasiones, no poder hacer nada sin ser visto, hacer cosas de la vida cotidiana, son algunas de las situaciones que vive el rey Felipe. Lo cierto es que poco se sabe de las aficiones del padre de la princesa Leonor, lejos de lo impuesto por Zarzuela, solo se conoce que es un aficionado al pádel y al esquí, además de que brinda con un gintonic en ocasiones especiales y que celebraba cenando con sus hijas tras un largo día, cuando compartían techo.
Fue esta última semana cuando la prensa se hizo eco de la salida del rey Felipe con amigos completamente sólo, sin la reina Letizia. Y es que el mandatario acudió al restaurante La Castela, cerca del Retiro con total naturalidad, y lejos de esconderse se lo pudo ver con su amigo Pedro López-Quesada, uno de los miembros del círculo más privado del Rey desde su juventud y esposo de Cristina de Borbón-Dos Sicilias.
En la cena a la que acudió el rey Felipe también estuvo presente Álvaro Fuster, compañero del colegio Santa María de los Rosales. En la adolescencia salían juntos, tanto por Madrid como en Palma de Mallorca. En la universidad, siguieron en contacto y hoy es uno de los fieles escuderos del padre de la princesa Leonor.
Los planes del Rey Felipe
Fuera de los compromisos que tiene como rey de nuestro país, el esposo de Letizia sale con frecuencia a visitar a sus amigos. Entre los planes del rey Felipe se encuentra salir a tomar algo, cenar o ir a algún palco privado de fútbol, ya sea el Metropolitano o el Santiago Bernabéu. En enero, por ejemplo, el primer mandatario viajó a Sierra Nevada para esquiar con López Quesada y también con su primo Beltrán Gómez-Acebo, hijo de la Infanta Pilar.