Si hay algo que destaca al matrimonio de Tamara Falcó e Íñigo Onieva es que está plagado de viajes a innumerables destinos que pocos mortales podrían visitar. Desde que dieron el ‘Sí, quiero’, hace más de cuatro meses, el empresario y la Marquesa de Griñón no han dejado de celebrar su vida como casados. Para sorpresa de muchos, luego de su idílico paso por la Costa Amalfitana, la pareja realizó otro viaje.
Fue el último fin de semana cuando la pareja hizo las maletas para viajar a Altea, en Alicante. Allí, la hija de Isabel Preysler y su esposo, aprovechando que tenían una boda en la localidad alicantina, qué mejor que poner el broche de oro a su visita express con una velada romántica en el exclusivo restaurante que el popular chef Quique Dacosta tiene en Dénia.
"Dicen (y es verdad) que lo más valioso de la vida no son las cosas, sino los momentos. Que no se trata de coleccionar objetos sino experiencias, y no hay nada más bonito que compartir. Así que, ¿qué mejor regalo que un día inolvidable en Quique Dacosta Restaurante?", dicen desde el local. Y es lo que ha sucedido con Tamara Falcó e Íñigo Onieva quienes vivieron una experiencia gastronómica única.
El menú elegido por Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Según lo que se pudo saber, la Marquesa de Griñón y el empresario degustaron un menú con más de 10 platos entre los que merece la pena reseñar el buñuelo de calabaza y consomé, corales de alga nori y kombucha de atún rojo, fideuá azafranada, gambas de Dénia, hígado de pato asado, turrón helado de almendras y trufa, y polvorón de almendras y hueso santo, entre otros. Además de ello, la pareja pudo conocer al chef encargado de realizar esas exquisiteces, algo que no todo el mundo puede costear, pues la experiencia cuesta casi 600 euros por persona.