El rey Felipe VI, conocido por su papel en las funciones estatales y diplomáticas, es un apasionado de la vela. Desde muy temprano, el monarca ha enseñado su destreza en este deporte, llegando incluso a participar en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 como miembro del equipo de vela de España. Su pasión por el mar no es simplemente un pasatiempo, sino una actividad que ha compartido con su familia y amigos, enseñando una faceta menos formal y más relajada de su personalidad.
Además de su interés por los deportes náuticos, Felipe VI es un ávido lector y políglota. Habla varios idiomas con fluidez, incluido el inglés, francés y catalán, además de su lengua materna, el español. Su afición por la literatura es amplia y abarca desde la historia y la política hasta la novela y la poesía.
La faceta oculta del rey Felipe VI
En el ámbito familiar, el rey Felipe VI es conocido por ser un padre presente y comprometido. A pesar de sus responsabilidades, siempre ha intentado pasar tiempo de calidad con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Esto ha quedado reflejado en diversas apariciones públicas, donde se les ha visto disfrutando de actividades al aire libre y eventos culturales. Y es que el monarca considera que la educación de sus hijas es fundamental y ha estado muy involucrado especialmente en sus asuntos académicos.
Curiosamente, Felipe VI también tiene un gusto pronunciado por la música y es especialmente aficionado al rock clásico. Bandas como U2 y Queen son algunas de sus favoritas, y se dice que tiene una extensa colección de álbumes en vinilo. Esta afición musical le da una conexión más cercana con las últimas generaciones y deja ver su lado oculto, uno que está lejos de ser percibido como formal y reservado.