En la universidad, en la oficina, o en la vida misma, trabajar en equipo no es una tarea sencilla. Razonablemente, tiene sus lados positivos, pues es una dinámica que permite repartir tareas, combinar ideas mediante la reflexión conjunta, y más. Pero, a su vez, tiene sus dificultades, pues hay que coordinar a las partes, definir los objetivos y las responsabilidades, entre otras cuestiones. Por eso, hoy os presentaremos algunas claves para poder lograrlo.
Definir roles y tareas
El proyecto en el que debéis trabajar en equipo no puede funcionar como una mera suma de individualidades. Es importante dialogar y, en función de los intereses y las habilidades de cada miembro, definir qué hará cada uno.
Asumir y resolver los conflictos
Los conflictos son una parte ineludible de todo grupo humano, y más aún, de aquellos que se sostienen durante un tiempo relativamente prolongado. Por eso, es fundamental que la solución no sea ignorarlos: hay que asumirlos, conversar con los involucrados e intentar resolverlos, pues una tensión que se esconde bajo la alfombra, tarde o temprano, sale a la luz.
Fomenta la comunicación
La comunicación es la clave N°1 a la hora de trabajar en equipo, y más, en los proyectos a mediano y largo plazo. Hay que construir un ambiente propicio para el diálogo entre los miembros del grupo, y, en eso, es clave fomentar la confianza, por ejemplo, con actividades recreativas que incluyan a todos los integrantes, y que permitan que crezca una química que esté más allá de las obligaciones en común.
Infunde confianza
Sin miembros de grupo con confianza y autoestima, no hay forma de trabajar en equipo. Es vital lograr que cada integrante del proyecto sienta valorada su tarea, y que, en lugar de quitarle responsabilidades cuando se equivoque, se le pueda ayudar para que, en la siguiente ocasión, lo haga mejor.
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