El acolchado, conocido en inglés como mulching, es una de esas tareas de jardinería que, a pesar de su nombre técnico, puede parecer intimidante. Sin embargo, al usar el término "acolchado", logramos acercarlo a un lenguaje más cotidiano, haciendo que su práctica sea más accesible. Esta técnica, aunque común, a menudo se malinterpreta. Se trata de cubrir el suelo con materiales orgánicos o inorgánicos para conservar la humedad, regular la temperatura y suprimir las malas hierbas, lo que lo convierte en un aliado fundamental para mantener un jardín.
Es fundamental desmentir dos mitos sobre el mulching para apreciar su verdadero potencial. En primer lugar, esta técnica no se limita únicamente al césped o los huertos; es igualmente beneficiosa para diversas plantas ornamentales de exterior, ayudando a mantener su salud y apariencia. Además, aunque muchos creen que debe realizarse exclusivamente en otoño, puede llevarse a cabo durante todo el año, adaptándose a las necesidades de cada estación. En este contexto, hoy compartiremos algunas técnicas efectivas de mulching que enriquecerán tu jardín.
Por ejemplo, es recomendable utilizar materiales orgánicos como hojas secas, paja o astillas de madera. Estos se distribuyen uniformemente alrededor de las plantas, creando una capa de 5 a 10 centímetros que ayuda a retener la humedad y suprimir las malas hierbas. Otra opción es el uso de mulching de piedra o grava, ideal para jardines xerófitos, ya que no se descompone y proporciona un aspecto estético. Ambas técnicas mejoran la salud del suelo y fomentan un ambiente más equilibrado en tu jardín.
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Otra técnica de mulching que se destaca es el uso de cortezas de árbol. Este método no solo funciona como un excelente aislante térmico, sino que también contribuye a enriquecer el suelo de tu jardín al descomponerse lentamente, liberando nutrientes esenciales que benefician a las plantas. Por otro lado, el mulching con compost se presenta como una opción igualmente beneficiosa, ya que nutre la tierra de manera eficaz, mejorando su estructura. Ambas alternativas no solo favorecen el crecimiento saludable de las plantas, sino que también hacen del mulching una práctica esencial en la jardinería sostenible.