Poco a poco, las monedas de euro comienzan a destacarse en el mundo del coleccionista. Si bien hasta hace algunos años se podían encontrar ejemplares que rondaban los cientos o miles, últimamente ese valor se ha incrementado y existen algunas piezas que, al menos en manos privadas, se destacan y separan del resto.
Un ejemplo de esto es lo que sucede con la archiconocida moneda de 2 euros de Grecia, acuñada en el año 2002. Este ejemplar, en las condiciones específicas, podía venderse por 2000 euros, pero actualmente se puede hallar en diferentes webs especializadas en la compra y venta por valores desorbitantes que superan los 50.000 dólares.
Tres cuartos de lo mismo ocurre con la moneda oriunda de Francia del 2000. Algunos errores en su acuñación hicieron que su valor se incremente por encima de los 2400 euros, lo que ya de por sí era interesante, pero su popularidad llevó a que otros quisieran venderla a mucho más. En la actualidad incluso se puede hallar por encima de los 45.000 euros.
Sin dudas se trata de dos ejemplares muy valiosos. Si bien el precio en manos privadas suele ser mucho más elevado que el del mercado, la manera en la que han aumentado estas monedas de euro y lo mucho que se las conocen a nivel popular, dejan claro su importancia.