Las uñas a menudo actúan como un espejo de nuestra salud general. Cambios en su color, firmeza y apariencia pueden ofrecer pistas valiosas sobre el estado de nuestro organismo. Por ejemplo, la presencia de rayas puede ser un signo de diversas condiciones subyacentes. Observar y entender estos cambios es crucial, ya que nuestras uñas pueden estar tratando de transmitir información importante sobre nuestro bienestar general.
En específico, las rayas en las uñas pueden aparecer en dos formas distintas: líneas verticales que van de la punta a la cutícula, también conocidas como estrías o bandas longitudinales, y líneas horizontales. Los expertos advierten que las rayas horizontales podrían estar asociadas con problemas renales o de tiroides, mientras que las verticales se vincula con la nutrición y problemas genéticos.
En esa línea, en un artículo reciente, la Clínica Cleveland destacó cómo las uñas pueden desvelar problemas de salud, aunque no siempre indiquen afecciones graves. Es esencial vigilar cambios en las uñas, ya que pueden ser signos de condiciones como piel seca o eczema, que se manifiestan con líneas verticales. El hipotiroidismo, por otro lado, puede causar uñas gruesas, quebradizas y propensas a romperse, además de hinchazón en los dedos y puntas redondeadas.
Síguenos en Google Noticias para más consejos
Por su lado, las rayas horizontales en las uñas pueden ser un signo de la enfermedad de Beau, que interrumpe el crecimiento de las mismas. También pueden aparecer debido a tratamientos con quimioterapia, manicura excesiva, uñas postizas, enfermedad vascular periférica, fiebre alta, neumonía o varicela. En este contexto, antes de comenzar cualquier tratamiento casero, es recomendable consultar a un médico. Si el problema no es serio, considera evitar comerte las uñas y cutículas, aplicar crema hidratante, cortarlas en forma redonda y prescindir de manicura y uñas postizas.