Eran colegas, probablemente “las mejores amigas” que se podían encontrar dentro del medio. Sonsoles Ónega y Ana Rosa Quintana aparentaban ser muy unidas, tanto en los programas como en la vida fuera de cámaras, y no hacían más que elogiarse mutuamente. Para el recuerdo quedará la foto que se tomaron junto a Joaquín Prat, a poco de que la primera de ellas pasase a Antena 3 sin decirle a nadie, o la promesa de que “iban a ser compañeras y no rivales”, cuando el destino, manejado por Borja Prado, las puso a competir de manera directa.
Sin embargo, el medio nunca deja de ser el medio y los negocios nunca dejan de ser negocios. La victoria de ‘Y ahora Sonsoles’ frente a ‘Tarde AR’ no pasó desapercibida y poco a poco comenzó a hacer mella entre ambas. Prueba de esto son las pequeñas pullas que comenzaron a aparecer, sobre todo por parte de Ana Rosa Quintana y su equipo.
El punto álgido de esta nueva corriente, por titularla de alguna manera, llegó hace algunas horas, en las palabras de Kike Quintana, sobrino de Ana Rosa Quintana. En el marco de un segmento que apunta a tratarse de “dardos”, el colaborador le decía a su tía que tenga cuidado con Beatriz Archidona, quien el viernes la había sustituido y había marcado el pico de audiencia para el programa. Un “chascarrillo” que complementaba con un tajante: “Ya hemos tenido muchas traidoras aquí”, que hace referencia directa a Sonsoles Ónega.
La reacción de Ana Rosa Quintana
Ana Rosa Quintana prefirió obviar el comentario contra Sonsoles Ónega y sólo se limitó a comentar que comenzaría a ausentarse los viernes, siguiendo la recomendación de sus médicos. Una maniobra inteligente, que deja las críticas hacia su excompañera en palabras ajenas, pero sin encontrar una desmentida de su parte, como para que cada quien llegue a las conclusiones que quiera.