La noticia del esperado acuerdo de divorcio entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha dado un giro inesperado, según lo informado por Pilar Eyre a través de su blog de Lecturas. Aunque se pensaba que la firma era inminente y se llevaría a cabo discretamente en una notaría de Barcelona, la disolución de su matrimonio se está prolongando más de lo previsto.
Durante meses, ha habido especulaciones sobre el divorcio de la hija de los reyes Juan Carlos y Sofía y el ex campeón de balonmano, pero ninguna de las partes ha confirmado o desmentido estos rumores. Se suponía que iban a esperar a que su hija, Irene Urdangarin, alcanzara la mayoría de edad antes de finalizar las negociaciones. Uno de los temas importantes en cuestión era la cantidad que Iñaki Urdangarin esperaba obtener en el acuerdo de divorcio. Se mencionaron cifras elevadas, pero luego se desmintieron, y se afirmó que las cuestiones monetarias no eran un obstáculo para llegar a un acuerdo.
Sin embargo, surge una nueva información que sugiere que la infanta Cristina podría estar dificultando el proceso debido a sus sentimientos heridos, ya que no estaría dispuesta a facilitar una posible boda de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia, su actual pareja. A pesar de los eventos recientes, la confirmación o desmentido de cualquier aspecto vinculado con la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin sigue siendo un desafío, ya que tanto sus abogados como Zarzuela evitan hacer comentarios.
Este 31 de octubre, la infanta Cristina ha asistido a la fiesta de cumpleaños número 18 de su sobrina, la princesa de Asturias, probando su aparente tranquilidad. Su vida parece haber recuperado cierta normalidad, y se la ha visto feliz en recientes eventos familiares, como la boda del hijo de Borja Prado, un amigo cercano de la familia. Mientras tanto, su hijo Pablo sigue desarrollando su carrera en el balonmano, siguiendo los pasos de su padre.