Una de las claves que permiten explicar el auge del coleccionismo de monedas es, sin lugar a dudas, la cuestión histórica. Los ejemplares emitidos en los distintos países nos dicen mucho acerca de los acontecimientos más importantes de los mismos. Por eso, hay piezas que, más allá de sus materiales o de su antigüedad, se vuelven realmente valiosas en el mercado coleccionista. A continuación, una moneda que lo ejemplifica a la perfección.
La moneda mexicana de 1 peso del año 1914 es una auténtica joya de la numismática, que absolutamente todos los coleccionistas deberían conocer. Fue acuñada hace más de un siglo con base de oro y plata, con un peso de poco más de 12 gramos, y un diámetro de 39 milímetros.
Pero más allá de las cualidades físicas de esta escasa pieza, lo más importante, como hemos dicho, es su valor histórico. ¿A qué nos referimos, concretamente? A que, además de su antigüedad, fue acuñada durante el período de la Revolución Mexicana, determinante para la historia del país, y haciendo referencia al Ejército Guerrero de Emiliano Zapata. ¡Impresionante!
Esta increíble moneda mexicana puede costar, en las condiciones adecuadas de conservación y certificación, alrededor de 500 euros. Sin lugar a dudas, por el valor histórico que tiene por detrás, ese precio de mercado es una auténtica ganga. ¡Cualquier numismático debería buscar piezas como estas para su colección!
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