El mundo ha sido testigo de un cálido abrazo entre Charlène y Alberto de Mónaco en el Stade de France de Saint-Denis, París. Ambos asistieron a la final del Mundial de Rugby Francia 2023 entre Nueva Zelanda y Sudáfrica.
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Este emocionante encuentro probó cómo el deporte sigue siendo una pieza importante en su vínculo, ya que se conocieron hace 23 años en los Juegos Olímpicos de Sydney. En esta ocasión, Sudáfrica se alzó con la victoria, y Charlène, nacida en dicho país, compartió la emoción de ver a su equipo favorito triunfar en la cima del mundo.
El Príncipe Alberto, un apasionado de diversas competiciones deportivas, acompañó a su esposa durante el emocionante partido. Juntos celebraron cada punto y sufrieron durante los intentos de regreso de Nueva Zelanda. El partido concluyó con una victoria ajustada de 12 a 11 a favor de Sudáfrica. El entusiasmo y la emoción del evento llevaron a Charlène a un cálido abrazo al final del partido, rodeada por 80,000 aficionados presentes.
El deporte ha probado ser una dimensión ideal para Charlène, quien ha disfrutado del placer de ver un partido sin preocuparse por ser observada y juzgada.
A pesar de las críticas pasadas que la tachaban de fría e infeliz, Charlène se ha enseñado serena y feliz en recientes entrevistas. Tras superar una larga afección que la mantuvo alejada del Peñón durante meses, la princesa de Mónaco ha declarado estar en excelente forma y negó rotundamente cualquier crisis en su matrimonio con Alberto.
Las imágenes de su alegría y sonrisa durante el partido reflejan su verdadero estado de ánimo y marcan un regreso a la felicidad para la princesa de Mónaco.