Cuando asumió el control de Mediaset, Borja Prado se transformó de inmediato en uno de los máximos referentes de los detractores de Rocío Carrasco. Una admiración que aumentó exponencialmente luego de que decidiera prohibir la sola mención de la de Chipiona en la cadena y mucho más aún tras confirmarse que había cancelado 'Sálvame'.
Esos tres hechos colocaron a Borja Prado en un lugar de privilegio, en los zapatos de aquel que había sido designado para honrar la búsqueda de la verdad y la justicia y para sentenciar el final de "la televisión basura", aquella que, según Rosario Mohedano, nadie se merece. Sin embargo, en las últimas horas se pudo conocer una noticia que lo deja en una muy mala posición.
Según informa el portal 'Infolibre', Borja Prado está siendo investigado por la justicia, en el marco de un trabajo conjunto entre la Policía de Francia y la Policía de Luxemburgo por la adjudicación del Mundial 2022 a Qatar. En concreto, al nuevo presidente de Mediaset se lo acusa de haber pagado 3.3 millones de euros a Nicolás Sarkozy.
La palabra de Borja Prado
Si bien no hubo una declaración oficial por parte de Borja Prado, algunos medios afirman que el responsable del veto a Rocío Carrasco ha negado por completo esa acusación. Aún así, esos mismos portales también marcan que la semana pasada, poco antes de que se conociera esta noticia, se lo pudo ver en Madrid, cenando junto a José María Aznar y el propio Nicolás Sarkozy, un encuentro que ahora puede tomar otro significado.