Es bien conocido que los Borbón son una familia desestructurada desde que el rey emérito Juan Carlos rompió la armonía matrimonial en los primeros años de su vínculo con la reina emérita Sofía. Las posteriores rupturas entre los hermanos y tensiones aún no resueltas han causado estragos en la familia, aunque en la actualidad hay una aparente reconstrucción.
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La familia real reconstruida muestra ahora una composición sintomática: hay más integrantes de la familia de Letizia Ortiz que de la familia Borbón. En la confirmación de la infanta Sofía, estuvieron presentes los abuelos maternos, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, en perfecta armonía.
Sin embargo, hubo una ausencia notable en la confirmación de Sofía: la del rey emérito Juan Carlos. La ausencia del rey emérito en los ritos que marcan la transición a la vida adulta de sus nietas, Leonor y Sofía, se ha vuelto habitual. A nivel público, parece que el rey Juan Carlos solo enseñe interés en participar en eventos estrictamente institucionales. Se sabe que ha expresado su anhelo de participar en la jura de la Constitución que la princesa Leonor.
La Casa Real pretende evitar que cualquier cuestionamiento debido al comportamiento del rey emérito afecte al futuro de la monarquía. Esto se refleja en las fotos familiares en las que aparecen juntos, como en la confirmación de la infanta Sofía. La posición que ocupa cada integrante de la familia es crucial.
La heredera al trono es el bien supremo a proteger para la Casa Real, y esto se ha vuelto evidente una vez más en la foto familiar previa a la confirmación de la infanta Sofía. La abuela Sofía parece tener una debilidad hacia su nieta Leonor, y esto no debería sorprendernos.
Durante el posado de familia que tuvo lugar en la confirmación de la infanta Sofía, se produjo un pequeño malentendido. Una vez más, la reina Letizia estaba perfectamente consciente de la posición que debía ocupar cada persona en la foto y se aseguró de hacer valer esa posición.
En el momento de colocarse para la foto, se pudo observar cómo la reina Sofía, aferrada a la princesa Leonor, intentó colocarse a su lado, pero la reina Letizia la separó de su hija mayor, a quien llevaba de la mano, y le indicó que su lugar estaba en el otro extremo de la foto, junto a la infanta Sofía, lo más lejos posible de la futura reina. La abuela enseñó resistencia durante unos segundos, pero la reina Letizia se mantuvo firme.