El príncipe Alberto y la princesa Charlène de Mónaco continúan atrayendo la atención de los medios debido a su situación marital. A pesar de que la princesa Charlène ha retomado sus actividades oficiales, se ha mantenido alejada del ojo público durante algún tiempo. Aunque esto no debería ser motivo de alarma, ha generado especulaciones sobre una posible separación, especialmente porque durante las vacaciones recientes no han estado juntos.
Al igual que otras familias reales, no se proporciona información oficial sobre las vacaciones de los príncipes. Mientras otros miembros de la familia Grimaldi aprovechan el Mediterráneo, como Carlota Casiraghi o Carolina de Mónaco, quienes suelen ser vistos con frecuencia a bordo del Pachá en compañía de sus hijos y nietos, no hay noticias del soberano y su familia, quienes suelen pasar parte del verano en Roc Agel o hacer escapadas.
Se ha informado que el príncipe está de vacaciones solo con sus hijos menores, los príncipes Jacques y Gabriella, sin la compañía de la princesa Charlène. Estos informes han reavivado las alarmas sobre una situación compleja que va más allá de una posible crisis conyugal y han suscitado la posibilidad de que Charlène de Mónaco esté desempeñando el papel de esposa del príncipe de Mónaco de manera protocolaria, pero con un acuerdo contractual que involucra compensación económica.
Es importante mencionar que Alberto y Charlène de Mónaco ya han pasado vacaciones separados en ocasiones anteriores, pero esta realidad actual alimenta los rumores de distanciamiento entre la pareja. A pesar de los esfuerzos realizados por ambos, los rumores siempre han perseguido su vínculo. A lo largo de su historia juntos, se ha hablado en varias ocasiones sobre vacaciones separadas e incluso se ha mencionado la posibilidad de que compartieran habitaciones separadas durante sus viajes conjuntos.