El rey Felipe es un hombre que siempre ha mantenido su privacidad en la más estricta reserva, de modo que son escasos los detalles que se conocen sobre su vida personal. Sin embargo, se ha develado uno de los secretos que Zarzuela ha intentado esconder sin éxito: el esposo de la reina Letizia tendría dos afecciones particulares que han generado inquietud entre los seguidores de la realeza.
Aunque no existe un diagnóstico médico para afirmar que el rey Felipe esté experimentando alguna enfermedad, diversos medios de prensa y especialistas se han hecho eco de una imagen elocuente. En ciertas fotografías del mandatario, hay un detalle en sus extremidades que dejan evidencia una posible afección.
Lo que parece aquejar al rey Felipe recibe el nombre de onicofagia, el hábito compulsivo de comerse las uñas, que conlleva también problemas en la dentadura, alteraciones en las cutículas, verrugas e incluso infecciones. En algunas imágenes del hijo de don Juan Carlos I y doña Sofía, se pueden apreciar en detalle los dedos del monarca repletos de tirillas y algunas manchas blancas en sus uñas, lo que se define como Leuconiquia y que puede responder a diversos motivos.
El rey Felipe no duerme tranquilo
Pero esto no es todo, ya que el rey Felipe también estaría atravesando un trastorno del sueño que genera somnolencia durante el día. Según el experto en Casa Real, Jaime Peñafiel, la narcolepsia es un cuadro preocupante, pero que, al menos, no genera que el monarca se infrinja autolesiones: “El rey era un pequeño malcriado, flojo en sus estudios, puntualidad déspota y con un grave problema que era lo peor y era el sueño, solía dormirse en clase”.