El rey Felipe VI viajó a Asturias este fin de semana para asistir a la boda de su ahijado, Felipe López, con la farmacéutica Lorena Meana. Fue un día inolvidable para el joven, y su padrino no quiso perderse este importante evento. Sin embargo, el rey Felipe acudió solo a la boda, sin la compañía de la reina Letizia.
El monarca fue visto llegando a la parroquia de Deva, en Gijón, donde tuvo lugar la ceremonia, pero la reina Letizia no estuvo presente en la celebración. Después de la emotiva ceremonia, todos los invitados se dirigieron al palacio de Valdesoto para el banquete nupcial. Según informa 'El Comercio', Felipe López le extendió la invitación al rey durante la última edición de los Premios Princesa de Asturias, lo que le hizo mucha ilusión.
Felipe López es uno de los pocos ahijados de Felipe VI que no tiene sangre real. Su vínculo con el rey se remonta a 1990, cuando el entonces príncipe de Asturias visitó San Esteban de Cuñaba en la primera edición del Premio Pueblo Ejemplar. El alcalde propuso que el príncipe apadrinara a un recién nacido en la localidad, una oferta que fue aceptada con gusto. Desde entonces, han mantenido un estrecho vínculo.
Aunque no existe una justificación oficial para la ausencia de la reina Letizia en el evento privado, es habitual que el rey cumpla con este tipo de compromisos sin la compañía de su esposa. Se especula sobre las decisiones de pareja, y una de las razones posibles es evitar el revuelo mediático que suele generar la presencia de la reina Letizia, lo que podría restar protagonismo a los novios en su día especial. Además, la fecha de la boda coincidió con el cumpleaños de la reina, lo que sugiere que podría haber tenido otros planes.