La crisis en la vida de la realeza de Mónaco se intensifica, ya que Charlène ha regresado a Sudáfrica, sola, dos años después de enfrentar problemas de salud en ese país que la mantuvieron alejada de su hogar durante meses. A pesar de los eventos públicos recientes en los que aparecieron juntos, los rumores de un posible divorcio entre la princesa y el príncipe Alberto de Mónaco siguen creciendo.
La pareja tenía previsto viajar juntos en agosto, pero finalmente Charlène regresó sola a Sudáfrica. Mientras tanto, el príncipe Alberto fue visto en la Oktoberfest en Alemania con amigos. Sin embargo, a pesar de la separación, la exnadadora olímpica parecía estar aprovechando felizmente de su tiempo en Sudáfrica, donde presidió una competencia benéfica vinculada con su Fundación.
Sudáfrica parece ser un refugio para Charlène, lejos de Mónaco y de su familia política, donde puede sentirse más cómoda. Su viaje a Sudáfrica tiene un significado especial después de los problemas de salud que enfrentó en 2021. A pesar de las sonrisas en público, algunos observadores notan que la princesa parece tensa en Montecarlo y se especula sobre su comodidad con su familia política y su esposo.
Mientras Charlène continúa en Sudáfrica para asistir a eventos de su Fundación, el príncipe Alberto ha estado ocupado en Mónaco, participando en eventos públicos y entrevistas para desmentir los rumores de divorcio. A pesar de sus esfuerzos por mantener una agenda compartida, los rumores persisten, lo que plantea preguntas sobre la credibilidad de la pareja en el futuro cercano.