El vínculo entre Felipe VI y su padre, Juan Carlos I, ha sido objeto de una notable y polémica evolución, caracterizada por el distanciamiento público y político entre ambos. Este alejamiento no es solo el resultado de los escándalos financieros que han rodeado al emérito, sino también una estrategia cuidadosa del rey para preservar la imagen y la continuidad de la monarquía española.
A medida que Juan Carlos I se vio perjudicado por una serie de controversias, incluidas acusaciones de corrupción financiera y malversación de fondos, la distancia entre él y su hijo se hizo cada vez más evidente. Felipe VI, desde su ascenso al trono, ha intentado distanciarse de todos los escándalos que pudieran perjudicarlo de cierta forma.
Pero ahora que todo parece haber vuelto a la normalidad para el emérito, Felipe VI permanece distante. Así quedó evidenciado en las últimas tres apariciones de Juan Carlos I, en las que no ha podido reunirse con el rey, pero sí con la infanta Elena. ¿Cuál es la razón que hay detrás?
Felipe VI cada vez más lejos del emérito
De acuerdo a la información que circula en algunos medios de comunicación, Letizia estaría detrás del distanciamiento que existe entre Felipe VI y Juan Carlos I. Y es que la consorte no habría dado el visto bueno para que se lleve a cabo un reencuentro público entre padre e hijo.