La familia real de Mónaco causó sensación en el Masters 1.000 de Montecarlo al lucir conjuntos coordinados, una tendencia conocida como "matchy-matchy". Charlène y Alberto II, acompañados por su hijo Jacques, asistieron al evento deportivo, donde entregaron la copa de campeón a Stéfanos Tsitsipás.
Aunque la princesa Gabriella no estuvo presente, Alberto y Charlène de Mónaco destacaron por su elección fashionista, captando la atención de los presentes y la prensa monegasca. Los royals optaron por looks coordinados, un gesto que refleja su armonía y estilo único.
Uno de los detalles más comentados fueron las gafas futuristas de lente grande y cristal de espejo que lucieron Alberto y Charlène, agregando un toque de elegancia y sofisticación a sus atuendos. Además, el joven príncipe Jacques no pasó desapercibido con su estilo fresco y moderno.
Mientras que Alberto optó por una camisa y corbata, su hijo Jacques mostró su propio sentido de la moda con una camisa blanca desabotonada y unos lentes espejados cuadrados, en sintonía con su madre. El heredero del título de Alberto II demostró su integración y personalidad durante el evento, conquistando a los críticos de moda con su estilo único.