A través de nuestros ojos estamos todo el tiempo expuestos a diferentes estímulos lumínicos que repercuten directamente en nuestro cerebro. A partir de esto, en nuestro organismo se generan diversas reacciones, como por ejemplo alterar nuestro estado anímico. Por eso hoy compartiremos contigo cómo puedes usar a tu favor la psicología del color para decorar así tu hogar de acuerdo a lo que cada tono genera en ti.
Los colores cumplen un papel muy importante en la arquitectura y construcción de espacios, al igual que en nuestros pensamientos y emociones. Por este motivo debes saber que emociones despiertan cada calor para poder así seleccionar la paleta perfecta y renovar tu hogar, generando espacios armoniosos.
El amarillo genera calidez y alegría y hace que nuestro cerebro funcione más rápido. De igual modo, este color vinculado al oro simboliza la riqueza, el poder, la abundancia. Este es ideal para una sala de estar o comedor, ya que hará que dicha habitación de tu hogar se vea completamente alegre. Por otro lado, el verde, que es sinónimo de esperanza, nos lleva directamente a la naturaleza y su poder refrescante y tranquilizador.
Este último también fomenta la calma y la concentración, por lo que combinado con muebles de madera y con el color blanco y el ocre, generan el sitio más armonioso de tu hogar. Puedes decorar tu espacio también con el color azul o gris, siendo ambos perfectos para estar juntos. El primero, ayuda a reducir el stress y la ansiedad, mientras que el segundo genera estabilidad emocional, elegancia y sutileza. Ambos son ideales para ser utilizados en el cuarto principal, en una sala de estar y porque no en un patio de invierno.