Coleccionar monedas es uno de los hobbies más antiguos que existen y va más allá de simplemente tener las piezas más valiosas o raras del mercado. Es una manera de preservar la historia económica de un país, un continente o del mundo entero. Cada moneda cuenta una historia y refleja un período específico de la humanidad.
Además, la posibilidad de poseer una moneda cuyo valor aumente en el mercado numismático es real y solo hay que estar atento a los pequeños detalles que hacen única a una pieza. Un ejemplo destacado es la moneda conmemorativa que exploraremos a continuación.
En 2004, San Marino acuñó una serie especial de monedas para conmemorar al historiador numismático Bartolomeo Borghesi. Los detalles de esta pieza son particularmente notables: presenta las doce estrellas de la Unión Europea en el anillo exterior y el año de emisión «2004» en el centro, rodeando el busto de Bartolomeo Borghesi.
Además, a la izquierda del historiador aparece la inscripción ‘Bartolomeo Borghesi’, junto con la letra ‘R’ y las iniciales del grabador ‘E.L.F.’. En la derecha de la moneda se inscribe la palabra ‘San Marino’. Esta pieza histórica, que puede llegar a venderse por casi 200 euros, es muy codiciada por los entusiastas de la numismática debido a su significado y rareza.