Siguiendo el consejo de sus médicos, la reina Isabel II cambiará uno de sus hábitos diarios y, para ella, uno de los que más disfrutaba. Se trata de la dosis diaria de alcohol que bebía antes de ir a dormir. Por ahora, la monarca tendrá que renunciar a su preciado Martini, por el consejo médico.
Aunque la reina goza de buena salud física, en su último acto en Gales, donde dedicó unas palabras al parlamento galés, se le vio usando bastón. Según la información extendida sobre la salud de la reina, solo tomará alcohol en ocasiones especiales, para que pueda gozar de bienestar, sobre todo ahora que se aproxima la celebración del 70º aniversario de su reinado, que se llevará a cabo el próximo junio.
Y aunque la reina no es muy bebedora, sí le gustaba tomarse una copa nocturna antes de dormir. Ahora tendrá que renunciar a ella. Tras los duros momentos que acaba de pasar, a causa de la muerte de su esposo, Felipe de Edimburgo, la monarca parece ahora estar llena de energía a la hora de cumplir sus compromisos.
Sin embargo, tendrá que renunciar a uno de sus más grandes placeres para cuidar su salud. Según las fuentes del palacio, la reina Isabel suele tomarse siempre un dry martini, en la que coincide con el príncipe Carlos. “A la reina le han aconsejado que renuncie a su copita nocturna, que suele ser un Martini. No es que suponga un gran problema para ella, no es una gran bebedora, pero parece un poco injusto que a estas alturas de su vida tenga que renunciar a uno de sus pocos placeres”, ha dicho el amigo cercano a la familia real.
Sumado a su dry martini nocturno, la reina también aprecia el Dubonnet con ginebra, la bebida favorita de la Reina Madre. El año pasado el palacio de Buckingham sacó su propia marca de ginebra y la reina permite que se produzca vino espumoso de sus viñas en Windsor Great Park.