Aunque los reyes eméritos no se han divorciado. En dos ocasiones el rey Juan Carlos se planteó la posibilidad de separarse de la reina Sofía. Sin embargo, las reglas del mundo royal pesaron mucho más. En todo caso, eran otros tiempos y esta posibilidad era inaceptable.
La primera ocasión en la el rey emérito se quiso separar de la reina Sofía fue por Marta Gayà. El rey emérito sigue manteniendo una amistad muy cercana con la dama mallorquina, quien ha sido una de las pocas personas en visitarlo durante su retiro impuesto en Abu Dabi. La mujer siempre prefirió mantenerse discreta para conservar su integridad. Sin embargo, se alcanzó a filtrar una conversación de Don Juan Carlos con un amigo íntimo en el que confesaba los feliz que se encontraba con ella.
La segunda ocasión en la que el rey emérito pensó en separarse fue en febrero de 2012. Don Juan Carlos reunió a sus hijos en el restaurante El Landó para informarles de su deseo. La determinación se basaba en su relación con Corinna Larsen, con quien el jefe de Estado mantenía una relación afectiva. Sin embargo, la exprincesa Corinna despareció de la escena.
A pesar de esto, la reina emérita nunca pensó en la posibilidad de separarse de forma legal ni oficial del rey Juan Carlos. Con certeza Doña Sofía tampoco habría aceptado el divorcio, ya que su consejo cuando la infanta Elena estuvo frente a esta decisión fue la de aguantar, mientras su padre le apoyó desde el comienzo. Hay que aceptar que se necesitó de mucho valor para ser la primera infanta en España en divorciarse, aunque el camino ya estuviera abierto por los príncipes de Gales.