Luego de pasar las primeras horas de la tarde alimentando conejos y reuniéndose con niños de una escuela en conjunto con la primera dama de los Estados Unidos, Kate Middleton se unió a la reina Isabel II, el príncipe Carlos, la duquesa de Cornualles y el príncipe William en la cumbre del G7, que tuvo lugar este viernes en el condado inglés de Cornwall.
Kate cambió el vestido rosa de su reunión anterior a un elegante conjunto blanco, adornado con lo que parece ser el brazalete de perlas y diamantes de tres hilos que una vez perteneció a su difunta suegra, la princesa Diana. Dicha pieza fue portada en varias ocasiones por la icónica “Lady D”, incluso en aquella famosa visita a Hong Kong en 1989 en la que lució el vestido "Elvis" bordado con perlas junto con la igualmente legendaria Tiara del nudo del amante, que Kate también ha vestido.
Como muchos ya saben, Kate también suele lucir una pieza particularmente significativa que perteneció alguna vez a Diana: el anillo de compromiso de zafiro azul y diamantes, con el que el príncipe William le propuso matrimonio en 2010. El príncipe William, de 38 años, y el príncipe Harry, de 36, heredaron la colección de joyas de su madre, y tanto Kate como Meghan Markle, la esposa de Harry, han usado varias piezas en público.
Kate Middleton está a la espera de conocer a su sobrina recién nacida, Lilibet Diana. Este viernes, cuando se le preguntó sobre la niña, la duquesa de Cambridge dijo a los periodistas allí presentes: "Le deseo todo lo mejor. No puedo esperar para conocerla. No la he conocido aún ... Pero espero que eso suceda pronto".