Charlene de Mónaco ya lleva tres meses en Sudáfrica, el país donde creció, al que había viajado para realizar una acción en contra de la caza de rinocerontes. Aunque había planeado una visita corta, una inoportuna infección otorrinolaringológica le impidió tomar el vuelo de regreso y debió quedarse allí, a la espera de su recuperación. Para colmo, su larga ausencia del principado despertó muchos rumores de crisis matrimonial y divorcio. Afortunadamente, la princesa ya tiene fecha de retorno a casa.
La princesa Charlene de Mónaco ha dado detalles sobre su lenta recuperación y sus ganas de volver al principado en una amena charla que compartió con Mandy Wiener, presentadora de la emisora de radio 702, de Johannesburgo. Allí, explicó que aún debe someterse a una nueva intervención y descartó la posibilidad de regresar junto al príncipe Alberto durante el verano. "Se necesita tiempo para abordar el problema que estoy teniendo. No puedo forzar la curación, así que estaré en Sudáfrica hasta finales de octubre", reveló.
La inesperadamente prolongada ausencia de Charlene de Mónaco fue campo fértil para los más variados rumores sobre la salud de su matrimonio. Los más aventurados, publicados en la revista alemana Bunte, aseguraron que el divorcio ya era un hecho y que sólo hacía falta ultimar los detalles. La princesa se ha tomado el tiempo de desmentir cada una de estas habladurías y a remarcar constantemente la excelente relación que tiene con su esposo, pero no ha tenido éxito.
Ante los rumores de crisis matrimonial, Charlene de Mónaco emitió comunicados, dio entrevistas y realizó emotivos vídeos compartidos a través de Instagram, con el objetivo de negar esos cuestionamientos. El príncipe Alberto, por su parte, ha guardado silencio al respecto, lo que sirvió como combustible para que la hoguera de las habladurías continuara creciendo. Podemos imaginar que, hasta que la princesa regrese al principado, deberá seguir haciendo frente a estos chismes.