El próximo 23 de enero Carolina de Mónaco cumplirá 65 años. Después de 10 años de haberse quitado la corona, dejó su rol como primera dama de Mónaco y ahora, que Charlène se mantiene ausente, aprovechó para reaparecer en la escena oficial y volver a brillar.
Si hay algo que sabe hacer Carolina de Mónaco es el papel de primera dama (suplente). Ya en 1983, tras la muerte de su madre Grace Kelly, lo asumió por primera vez y, posteriormente en 2005, cuando Alberto II llegó al trono. En estos años solo Charlène pudo removerla de su rol.
Pese a todas las versiones que se tienen de Carolina de Mónaco -algunas, incluso, la tildan de malvada-, la hermana de Alberto sigue siendo el corazón del principado y el pilar de los Grimaldi. Su ímpetu y poder sobresalen con su imagen de monarca, capaz de defender una dinastía con siete siglos de historia.
Ya han pasado doce años desde que se separó del príncipe de Hannover, a quien ahora se le ve feliz con Claudia Stilianopoulos. A pesar de esto, ha preferido mantener su posición como princesa de Hannover y continuar con su vida, enfocada en su familia y ahora el cuidado de sus nietos. Más que una historia de amor, Carolina de Mónaco ha demostrado que prefiere construir y mantener en alto la historia de una monarquía.