Charlène de Mónaco no es la típica princesa. A lo largo de los años, la prensa internacional la ha etiquetado de muchas maneras, sin embargo, los días de aquella princesa triste han quedado atrás. No hace falta más que recordar cómo hace dos navidades la royal sacudía el mundo con un nuevo estilo ‘punk’, para luego desaparecer en una suerte de halo de misterio que dejó extrañado a más de uno. “Yo no nací monegasca, ni nací princesa", aseguraba ella. De tal manera que las vivencias de Charlène no tardaron en traducirse a sus cambios de look y elecciones estilísticas.
Finalmente, la ex atleta ha encontrado su lugar dentro y fuera del principado de Alberto II, sobreponiéndose a su principal competencia en el rol de primera dama: Carolina de Mónaco.