Como toda reina, doña Letizia tiene su alhajero repleto de joyas preciosas. Algunas las obtuvo como obsequio de su marido, el rey Felipe, y otras las heredó de su suegra o incluso de otras casas reales. No obstante, no siempre la vemos luciéndolas, ya que, la reina es muy austera y solo las saca a relucir para ocasiones muy especiales.
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Eventos de gala
Otra de las joyas que le hemos visto lucir a Letizia a lo largo de los años durante varias ocasiones, son los pendientes que le regalaron sus suegros para su boda y que, al igual que el anillo de compromiso, acabó guardado.
El anuncio de su boda
Cuando doña Letizia y Felipe, por entonces Príncipe de Asturias, anunciaron su compromiso desde los jardines del Palacio de El Prado, ella lucía un traje sastre en color blanco firmado por Giorgio Armani que tenía un precio de 1.800 euros. Al mismo lo acompañó con el regalo de pedida de su novio: una alianza de oro blanco con diamantes de talla ‘baguette’, de la firma Suarez. El anillo terminaría juntando polvo en el joyero de la monarca. Más tarde, doña Letizia confesó que había decidido dejar de llevarlo porque le provocaba heridas al saludar a la gente.
El día de su casamiento
Sin lugar a dudas, la tiara que sujetó su velo de novia el día de su boda fue una de las joyas más impresionantes que vistió la reina. Se trata de una pieza recomendada por la reina Sofía.