Elena de Borbón y Grecia, nacida Elena María Isabel Dominica de Silos de Borbón y Grecia, es la hija primogénita del rey Juan Carlos I y la reina Sofía, y hermana del actual rey de España, Felipe VI. A pesar de ser la primera hija del rey emérito, la infanta Elena es la tercera en la línea de sucesión al trono español, después de sus sobrinas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Pero, ¿a qué se debe esto?
Sucede que, desde su nacimiento, su padre siempre la apartó del trono, a pesar de que ha demostrado, a lo largo de la historia, ser quien mejor ha lidiado con las tensiones familiares. En su momento, cuando Don Carlos I redactó la Carta Magna en 1978, después de la muerte de Franco, dijo: “Mi hija mayor no está en condiciones de reinar” y por esa razón sugirió que en la Constitución se incluyera una ley para favorecer al varón sobre la mujer en la línea de sucesión del trono.
Como era de esperarse esta decisión dio lugar a cientos de miles de rumores sobre los motivos que llevaron a Carlos I a tomar esta decisión y muchos de estos se refería a las capacidades mentales de Elena, a quien cuestionaron tanto que se llegó a hablar de problemas de salud mental. Estas versiones sobre la psiquis de la infanta fueron muchas veces desmentidas por profesores de la Royal, quienes aseguraron, defendiéndola a capa y espada, que era una chica “perfectamente normal”.
Sin embargo, Pilar Eyre, una periodista especializada en la Casa Real, reveló en una columna para la revista Lecturas que “Sabio Fernández Campi, quien fuera Jefe de la Casa Real, acompañó a Elena al psicólogo durante muchos años”, alimentando así los rumores de que algo andaba mal con la infanta.
De todas maneras, suponiendo que estas versiones fueran ciertas, jamás se dio a conocer qué tipo de trastorno o problema en la psiquis de Elena provocó que su padre la hiciera a un lado, pero todos suponen que alguno realmente grande como para que no pueda hacerse cargo de la corona.
Sin embargo, si se hace memoria, incluso antes de la Carta Magna del 78 Carlos había dejado en claro que su hija no sería reina. De hecho, fue el mismo día que nació Elena, un 20 de diciembre de 1963, ante los ojos de los periodistas que se agolparon en la puerta de la clínica de Nuestra Señora de Loreto. Allí mismo, el rey le dijo a los presentes que su hija jamás sería su heredera. Esto echa por tierra la versión de un posible problema psicológico, ya que Elena recién llegaba al mundo.
Además, toda la infancia de la infanta Elena, después de la llegada de Felipe a sus vidas, se basó en hacerle entender que jamás llegaría a ser la heredera al trono. Sobre esto, la reina Sofía dijo una vez: ”Las dos hemos vivido una situación idéntica. Cuando nació Felipe, mi marido no era rey, ni siquiera había sido designado heredero. Pero ya desde niñas las infantas van sabiendo que el día que su padre reine, el inmediato sucesor será su hermano varón. Es lo mismo que yo viví desde pequeña”.