La infanta Cristina sin duda está atravesando momentos muy difíciles tras haber tomado la decisión de interrumpir su matrimonio con Iñaki Urdangarin. Sin embargo, la hermana del rey Felipe ha encontrado el mejor refugio para pasar estos complicados días y sin duda ha sido su familia.
Centrada completamente en sus hijos, la infanta Cristina ha acompañado este miércoles a su hijo Pablo a dar un gran paso en su carrera como deportista. El joven de 21 años ha demostrado la gran pasión que siente por el deporte que aprendió de su padre y, gracias a su talento, logró debutar en la Champions contra el Flensburg, máxima competición europea de balonmano.
En primera fila y al borde de las lágrimas, la infanta Cristina vio cómo su hijo Pablo daba un gran paso en su carrera profesional. Aunque fue poco tiempo el que el jugador estuvo en la cancha, fueron suficientes para que Doña Cristina explotara de emoción y se le llenara el corazón de orgullo.
Como toda madre, la infanta Cristina siente una gran admiración hacía los talentos de su hijo, quien además ha demostrado ser uno de los pilares más fuertes de su vida al asumir la responsabilidad de comunicar a la prensa las decisiones que ha tomado la familia. Sin duda la hermana del rey Felipe debe estar orgullosa de su familia.