La reina Sofía volvió a la escena pública tras haber vivido unas vacaciones atípicas —para lo que acostumbra la Familia Real—. Con un atuendo acorde a la ocasión, la emérita recorrió la Plaza de Armas, la cual lleva su nombre . En esta oportunidad, le tomó la jura de la bandera a un escuadrón de civiles. La madre de Felipe VI sorprendió a más de uno con la forma en que llevó adelante la ceremonia, luego de seis años sin haber presidido un acto de tales características, y tras haber encabezado un polémico escándalo en Mallorca.
Doña Sofía ha pasado revista a las unidades de los Grupos de Honores y Escoltas; en total, fueron unos 320 civiles los que recibieron a la emérita con el himno nacional, junto a la Batería Real, la cual efectuó las salvas de artillería. Luego de haber recibido tales los honores, y tras haber tomado el juramento a la bandera, la reina saludó a las autoridades del acto y al jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey, el teniente general, Emilio J. Gracia.
La vestimenta de la emérita reina Sofía generó interés en el público y, sobre todo, entre los fanáticos de la moda, ya que eligió un vestido beige estampado que combinó con un abrigo ligero para protegerse del frío. Además, lució un collar de perlas de dos vueltas que hacía juego con sus pendientes, dos piezas de oro en forma de lágrimas. En tanto, en sus manos portó un par de pulseras que respetaban el mismo estilo que el color de los zapatos, en tonos cobre y beige.
De esta manera, Sofía causó el encanto de los presentes y concentró la mirada de la prensa tras ser partícipe de un evento insólito durante Semana Santa, hecho que envuelve a la Familia Real. En sus días de descanso, la emérita decidió partir, el pasado 8 de abril, a la isla de Mallorca junto a su hermana, Irene de Grecia. La polémica giró en torno a que ningún familiar acudió a la Misa de Pascua de la Catedral de Palma de Mallorca, una tradición que se respetaba desde 1995 y que solo se vio interrumpida por los dos años de la pandemia.
Sin más, el pueblo perdonó el accionar de la reina Sofía y el de su familia, ya que su hijo, Felipe VI, está próximo a despedir a su pequeña Leonor, quien partirá a su internado en Gales para cumplir con sus obligaciones escolares. La emérita retomó a tiempo su agenda con el objetivo de pisar tierra firme y despedir a su nieta. De esta forma, con la visita al Cuartel El Rey en El Pardo, dio continuidad a su año laboral.