Cuando Íngrid de Noruega cumplió la mayoría de edad el pasado mes de febrero, se conmemoró la fecha tan especial con una fastuosa celebración. En susodicha recepción, una de las ausencias más evidentes fue la de la Reina Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía.
A través de su blog de Lecturas, Pilar Eyre ha deconstruido los porqués de esta particular decisión en la que Letizia Ortiz parece no querer que su hija Leonor se codee con otras royals de su edad que pertenecen a familias monárquicas europeas. “Letizia no quiso que asistiera Leonor”, explicó la comunicadora.
Al adentrarnos en el tema, surge la idea de que posar con otras herederas de tronos europeos con traje largo y corona en fastuosos palacios no sería la mejor manera de presentarse en público para una monarquía que pretende ser sencilla y democrática. Según la publicación cabe recordar que “prescindir de todo lujo superfluo ha sido uno de los caballos de batall*” de doña Letizia en su tiempo como consorte.
La reina Letizia es una persona comprometida con las causas sociales, a quien podemos ver vestida tanto con un atuendo veraniego o con un par de jeans. Muchas veces hemos podido observar a la monarca metiéndose en el barro, transformándose por momentos en una Diana de Gales, salvando las distancias. Por este motivo, una de las cosas que menos interesan a la mujer del Rey Felipe VI es que su hija sea fotografiada posando rodeada de glamour, aunque su hija viva en el lujo que conlleva ser parte de la Familia Real.