La reina Isabel II se fue de este mundo a sus 96 años de edad. Así lo anunciaron desde el palacio de Buckingham a través de un comunicado. Se supo que la monarca, quien se encontraba en castillo de Balmoral, estuvo acompañada por toda la familia real durante sus últimas horas de vida.
Semanas antes de que se confirmara lo peor, la reina Isabel II había encendido todas las alarmas en torno a su salud. Y es que cada vez eran más los eventos cancelados por la la soberana. Un detalle al que se le sumó la recomendación de los especialistas de evitar los viajes.
En medio del dolor que ha generado el adiós de la reina Isabel II, muchos se han percatado de una alarmante señal que esta habría dado en su última aparición pública. Fue apenas este martes cuando la monarca británica se reunió con Liz Truss, quien se convirtió en la Primera Ministra del Reino Unido.
A través de las imágenes de la reina Isabel II que fueron difundidas en varios medios de comunicación, se podía observar una mancha azul en una de sus manos. Más allá de su apariencia frágil, aquel detalle llamó mucho la atención. Se cree que se debe a problemas de circulación.