Tras la tradicional quema de la barca en honor a Santa Devota, patrona de Mónaco, Charlene ha hecho su tan esperado regreso. Fue este último viernes cuando la princesa sorprendió a más de uno de los allí presentes, no solo por su presencia, sino porque Charlene de Mónaco apareció completamente sola, algo que hizo encender las alarmas de todos.
Es necesario aclarar que fue un día clave para la princesa, ya que es la primera vez que Charlene de Mónaco coge las riendas de la corona y preside, sin su esposo, un acto de total importancia. Siempre fiel a su estilismo sobrio, la princesa asistió a la Catedral de Mónaco con un look en tono gris, muy elegante.
Si bien la ausencia del príncipe Alberto fue obligada luego de dar positivo a una enfermedad, llamó la atención que nadie de la familia real haya querido acompañar a la princesa Charlene de Mónaco en este evento tan especial para la familia Grimaldi. Ni Carolina ni Estefanía de Mónaco estuvieron presentes en la tradicional misa de Santa Devota, sin embargo, Alberto de Mónaco quiso saludar al pueblo, apareciendo de sorpresa junto a Charlene y sus dos hijos.
En el evento, Charlene de Mónaco se mostró sonriente y amable con todos los que allí se acercaban, demostrando así que la primera dama está de vuelta, y más entera que nunca. De a poco, la princesa va dejando atrás el año más difícil de su vida, donde Alberto de Mónaco la acompañó en su recuperación y se puso al frente de los diferentes actos donde tenía que estar la princesa.