Charlène de Mónaco se ha puesto al frente del Principado tras el reciente positivo del príncipe Alberto en el test del virus pandémico. Con este escenario preventivo, la royal ha pasado a ocupar el protagonismo en Santa Devota, aunque no lo ha hecho en solitario ya que estuvo acompañada de una enigmática persona.
Los dos hijos de Charlène y Alberto (Jacques y Gabriella), han estado junto a su madre durante las dos jornadas que formaron parte de los actos. Sin embargo, ha llamado la atención la presencia de una misteriosa dama de la que, finalmente, se ha develado su identidad.
Se trata de Melanie-Antoinette Costello de Massy, cuyos lazos familiares la une a los Grimaldi a pesar de no integrar el núcleo directo de la familia real de Mónaco. Además, mantiene una amistad muy especial con Charlène y tiene cada vez mayor protagonismo en los compromisos oficiales.
De hecho, durante los meses que Charlène ha estado en Sudáfrica debido a su enfermedad, fue Melanie quien se ha erigido como un auténtico pilar para su tío Alberto. Sin embargo, durante los últimos meses se ha convertido en la compañía más preciada de la princesa y una de las personas de su círculo de confianza.