Carlos III y Camilla han tomado la decisión de seguir en Clarence House, lugar que fuera su casa durante años. Esto se debe a que tanto el Rey de Inglaterra como la Reina consorte han tomado la decisión de no mudarse, por el momento, al Palacio de Buckinham, donde residió Isabel II hasta sus últimos días. La residencia es una de las últimas casas aristocráticas que quedan en la capital inglesa y se construyó entre 1825 y 1827 para el Rey Guillermo IV.
La casa de Clarence House que eligieron Carlos III y Camilla cuenta con cinco dormitorios, un salón con chimenea central y una sala matinal repleta de postales personales, obras de arte y decenas de antigüedades. El salón del jardín, que fue confeccionado por la Reina Madre, se utiliza para recibir a los visitantes oficiales y cuenta con diversos instrumentos musicales, fotografías familiares y obras de arte con un cuadro de Leandro Bassano del Arca de Noé.
Una curiosidad que alberga Clarence House es que la sala matinal de allí, originalmente se diseñó para utilizarla en desayunos, pero luego se tornó un estudio para el Duque de Edimburgo. Además, fue la sala en la que los ahora Príncipes de Gales anunciaron su compromiso en 2010. Sin lugar a dudas, la residencia donde vivirán Carlos III y Camilla ha sido testigo de innumerables encuentros con cientos de invitados, por ser lugar de encuentro para recepciones oficiales y hasta fiestas de Navidad.
Nuevos comienzos para Carlos III y Camilla
Para que la residencia estuviera acorde de Carlos III y Camilla tuvo que ser sometida a renovaciones, en las que se incluyó nuevas combinaciones de colores, nuevas piezas de la Colección Real y textiles actualizados. Por lo que se pudo saber en la residencia Clarence House predominan los colores pasteles, los rojos y también anaranjados, y entre las decoraciones se encuentran obras del acuarelista John Pipper, Monet y pintores británicos de los siglos XVIII y XIX. Entre muchos objetos de decoración y diseño, la reforma le habría costado a Carlos III seis millones de libras.