Pasó casi un año desde que el muchacho Pablo Urdangarin ha salido de las sombras y ha pasado a la popularidad como un carismático personaje miembro de la familia del Rey Felipe VI. Si bien se dio a conocer debido a la infidelidad de su padre Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia, el muchacho se mantuvo con un perfil bajo, y tratando a la prensa de la manera más cordial posible.
Su amabilidad ha conquistado a varios, sin embargo, no es solo en lo que Pablo Urdangarin se destaca. El octavo en la línea sucesoria se destaca por ser un gran deportista, incluso es uno de los elegidos por el Barcelona juvenil de balonmano. El muchacho se encuentra muy orgulloso de vestir esa camiseta y por ello mantiene una disciplina atlética.
Todo el entrenamiento ha dado sus frutos y sus espaldas están más anchas por los músculos que ha adquirido en busca de un cuerpo que le permita moverse más y mejor en el campo de juego. El cambio rotundo de Pablo Urdangarin es más que evidente, y así lo notaron en el último adiós a Constantino de Grecia, donde se lo pudo ver con un traje de luto y se lo veía muy cambiado físicamente.
Fue tanto el cambio de Pablo Urdangarin que antes de tomar el vuelo hacia el funeral tuvo que pasar a comprar ropa, ya que su antigua no le quedaba. Para esa ocasión utilizó un modelo de la marca Massimo Dutti y junto a su hermana Irene Urdangarin, fueron los estilismos más comentados por la prensa y en redes sociales.