El pasado viernes, la jueza a cargo de la denuncia contra Dani Alves determinaba que el futbolista debía ingresar inmediatamente a prisión, sin posibilidad de fianza. En un principio esta decisión llamó la atención, aunque con el correr de las horas se comenzaron a desvelar más indicios que explican lo sucedido.
Según se pudo saber, hubo una prueba en especial que terminó condenando al futbolista. En un primer momento, se había dicho que Dani Alves y la denunciante solo habían permanecido durante 45 segundos en el baño de la discoteca, algo que pretendía demostrar su inocencia. Sin embargo, las cámaras de seguridad dejaron claro que el tiempo que habían compartido en ese cuarto en realidad ascendía a los 15 minutos.
Esta situación se sumó a las contradicciones que presentó Dani Alves en su declaración. En primera instancia, el futbolista negó los hechos y dijo desconocer quién era la implicada, minutos después admitió que se había cruzado con ella, pero que no había pasado nada y finalmente reconoció que había tenido algo con la denunciante, pero que había sido consensuado. Incluso se dice que llegó a culparla por echársele encima.
Con estas dos pruebas, más los testimonios de la denunciante -que además renunció a tener cualquier tipo de compensación económica- de sus amigas y del camarero del lugar, la jueza determinó que había indicios suficientes como para considerar la existencia de un delito y dictó la prisión para Dani Alves. Ahora el futbolista deberá esperar el juicio sin posibilidad de fianza, con una situación que cada vez se complica más.