Una reunión familiar en Ginebra el pasado mes de junio marcó un notorio ausentismo: los reyes Felipe y Letizia, junto a sus hijas, Sofía y Leonor, se ausentaron en la celebración de la graduación y el 18 cumpleaños de Irene Urdangarin, la hija de la infanta Cristina. El mes siguiente, un nuevo intento de reencuentro familiar en Marivent quedó en el olvido, a pesar de los anhelos de la reina emérita Sofía.
Sin embargo, ahora, con la venia de Casa Real, se perfila una trascendental reunión familiar que ha ganado la atención de todos. La razón detrás de este encuentro no es un capricho de la infanta Cristina ni un gesto hacia la reina emérita Sofía. Todo gira en torno a los 18 años que cumplirá la princesa Leonor el próximo 31 de octubre. La noticia, según fuentes como 'Monarquía Confidencial', sugiere que después de la jura de la Constitución de la heredera al trono en las Cortes, los reyes Felipe y Letizia y sus hijas se dirigirán a Zarzuela para celebrar en privado su 18 cumpleaños.
Este esperado reencuentro, lejos de los reflectores, podría ser el más relevante para la familia real desde 2014, cuando abdicó Juan Carlos I. La lista de familiares invitados por el rey Felipe y la reina Letizia presenta un insólito escenario: los reyes eméritos y las infantas Elena y Cristina serán testigos de este momento especial para la Familia Real de España.
Felipe y Letizia, ante un posible punto de inflexión
Sin embargo, pese a la incomodidad de Letizia y Felipe, las tensiones en su familia podrían encontrar un punto de inflexión en esta reunión, donde se espera que asistan también Victoria Federica y Froilán. La incógnita sobre si esta reunión llevará a una reconciliación plena o simplemente es un compromiso social sigue en el aire, pero sin dudas, marcará un hito en la historia de la realeza de España.