La reina Letizia, una vez más, ha sido el foco de atención en su último evento público. Esta vez, acudió a la representación viviente más antigua de la Comunidad de Madrid, "La Pasión de Chinchón", acompañada de sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Como siempre, su estilo impecable y su elegancia fueron notables, pero lo que ha llamado la atención de los expertos en moda es la conexión estilística que tiene con sus hijas.
El combo en tonos blanco y azabache que llevaron la reina Letizia y la infanta Sofía es sinónimo de elegancia y acierto seguro, pero lo que ha dejado asombrados a los expertos en moda es la elección de la blusa blanca con bordados en contraste que lució la esposa del rey Felipe. Y es que esta prenda pertenece al armario de su hija Leonor, quien la llevó hace casi un año en un evento oficial.
La reina Letizia decidió tomar prestada la prenda de su hija para la ocasión, demostrando una vez más su conexión estilística con ella. Además, la monarca ha encontrado en el cabello suelto su peinado de cabecera, que le da un aspecto fresco y lleno de vida. Y su maquillaje, con foco en los ojos y labios brillosos, la hacen lucir radiante y con una piel bronceada que adelanta las tendencias veraniegas.
La reina Letizia, un ícono de la moda
La reina ha demostrado una vez más que la moda es su aliada y que su estilo es impecable, pero también ha dejado claro que la conexión estilística con sus hijas es algo más que una coincidencia. Sin dudas, doña Letizia ha logrado crear un estilo propio y único que refleja su personalidad y su buen gusto, y que ha transmitido a sus hijas de manera natural.