La última vez que Telecinco tuvo un número de audiencia aceptable fue la final de Supervivientes 2021 en la que Olga Moreno se declaró ganadora. El programa había conseguido ser lo más visto con un 26% de share y más de dos millones de espectadores. Esos números quedaron muy atrás, apenas meses después se estrenó un nuevo formato y conocimos Secret Story, una especie de GH VIP con otro nombre. Desde su desembarco en la televisión hasta ahora, ha ido perdiendo público.
La final de Secret Story que proclamó a Luca Onestini como ganador obtuvo números de audiencia mucho más bajos que el desenlace del anterior reality de Telecinco. Con apenas 15,6% de share le alcanzó para ser lo más visto de ese jueves, un día antes de la Nochebuena. Con la ilusión de, mínimamente, mantener ese porcentaje, Mediaset anunció de forma repentina que habría una versión de anónimos, algo que sorprendió porque nunca se había hablado de un casting.
La primera gala apenas alcanzó un 14,5%, no fue lo que esperaban, pero conformó. En la siguiente ya se pudo notar un gran bajón en los números, con 300 mil espectadores menos. A partir de allí, Secret Story no paró de bajar, a pesar de los intentos de la organización por sumarle “picante” a la casa. En una semana se formó la primera pareja, pero ambos participantes se convirtieron en los primeros expulsados de la casa de Guadalix.
La organización de Secret Story aún no encuentra la forma de levantar esos números. La razón más probable es que los participantes no aportan demasiado porque están buscando que su concurso se parezca al de un concursante anterior, sea Cristina Porta, Adara Molinero, etcétera. Otro motivo es que los presentadores no funcionan, Carlos Sobera y Toñi Moreno aún no han podido encontrar el ritmo a la casa, algo que hace extrañar a Jorge Javier Vázquez y sus delirantes intervenciones.
Mediaset está probando un recurso desesperado para mover los números: meter famosos como “invitados VIP” a la casa de Guadalix. Nagore Robles fue la primera y, si bien los participantes la recibieron muy bien, el público no acompañó y el share apenas superó el 11%. Lo mismo ha ocurrido con las siguientes figuras que ingresaron a Secret Story, ni Belén Esteban ha podido con la audiencia. Lo único que ha podido subir un punto fue la expulsión sorpresa de una participante, pero no han vuelto a hacerlo.
El pasado domingo, a falta de uno, ingresaron tres invitados VIP: Tom Brusse, Víctor Sandoval y Miriam Saavedra. El marroquí hizo toda una novela de su entrada, se “enamoró” y hasta dejó a su novia en directo. Sin embargo ni eso ni nada ha alcanzado y durante la última gala, Secret Story llegó a un mínimo histórico en noches de expulsión y nominación: 10,8% de share. En redes sociales, la audiencia manifiesta que las historias no convencen y creen que hay favoritismo por algunos participantes.