La docuserie de Rocío Carrasco, ‘En el nombre de Rocío’, cada semana se aproxima a su final, no sin antes develar los misterios y secretos que la rodean, tanto a ella como a su madre, Rocío Jurado. Una de las últimas personas que padeció el señalamiento y las acusaciones de Rociíto fue Raquel Mosquera. A pesar que hace tiempo ya no se sabe mucho de ella, la peluquera quedó en evidencia con su historia de vida.
Cada sujeto mantiene su propia cruz. Y en muchos casos, esas historias privadas no salen a la luz, por temor, fortaleza, o porque simplemente conforman el pasado que define a una persona. Eso mismo es lo que sucedió con Mosquera, quien, en una de sus publicaciones semanales mediante su cuenta oficial de Instagram, apuntó contra Carrasco. “Cuando no tienes ni profesión, no has trabajado nunca en tu vida, no sabes lo que es ir todos los días a trabajar, madrugar y sacrificarte en todos los sentidos, especialmente aún estando enferma como tú me dices a mi que estoy yo, por mis hijos, para que no les falte [ninguna cosa] y especialmente las cosas imprescindibles”, expresó la viuda de Pedro Carrasco.
Al oír Carrasco este mensaje colmado de cólera y que hacía referencia al propio pasado e identidad de Mosquera, la hija de la tonadillera no tardó en replicar a su comentario mediante la docuserie que se emite por Telecinco. “Ella lo que tiene que hacer es contar la verdad y no inventarse cosas de [difuntos]. Tiene que contar su historia en Alemania, el porqué de sus padres se fueran a Alemania”, sentenció la empresaria.
“Tiene que contar su historia y no la de los demás", añadió Rocío Carrasco. Lo cierto es que Raquel Mosquera se trasladó de niña con su familia a Alemania en busca de una vida mejor. Lamentablemente, a los pocos años de vivir allí, retornaron a España debido a que la peluquera había sido diagnosticada de bipolaridad. Ante ello, fue tratada en nuestro país. Sin embargo, Rociíto nunca definió qué actividad realizó la exesposa de su padre, dejando a la libre interpretación de la audiencia especular sobre su profesión. O más bien, aún espera a que la colaboradora se digne a develar la otra parte de su pasado.